domingo, 10 de febrero de 2008

No es suficiente con tocar la puerta y entrar,
con dejar la llave puesta
y esperar a que alguien la encuentre
y luego otra vez lo mismo
y así sucesivamente.
Pero la espera es otra cosa,
un segundo silencio del suelo,
un abrupto rincón en medio de una nada sin forma,
como un rectángulo inaudito, en cero.

4 comentarios:

Mara Pastor dijo...

por qué esperas? quiero la huella de lo doméstico en pat, el rastro de la anécdota. pa mantenerme informada. la mar.

Ophir Alviárez dijo...

Hermosas imágenes, te leo, empiezo a hacerlo.

Un abrazo,

OA

Anónimo dijo...

cool blog

Anónimo dijo...

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