martes, 29 de mayo de 2012

Estoy en medio de días turbulentos, hasta ahogados. Vivo en la fosa común del desatino. Mastico lentamente todo lo que me rodea, su savia y salvaje médula natural. Miro así, como de a poco el humor del aire. Cuido todos los minutos alrededor de este sol que se apaga y cae sobre los hombros. Mancha del mantel tibio, lejana oscuridad sobre los tiempos felices, rituales y amargos.

lunes, 23 de enero de 2012

Fondos de papel de empapelar, figuras de iras y espejos tirados contra el suelo, como de lluvia estrella o sol entibiando las ventanas. Ideas y soportes y realidades y viento. Sur y más sur, pies enpolvados sobre la hierba Olores de cocina, sigilosas pausas (causas?) para el abrazo justo.

lunes, 2 de enero de 2012


para M

Arrojo textos sin sentido, los tiro al rio que pasa, miro los circulitos concéntricos que se marcan en el agua. Me hablo en el oído repitiéndome esas palabras escuchadas, palabras enteras, palabras naranjas, palabras de amor.
Y quién sabe la exacta risa? Quién entiende la luz de junco arrinconándose, mientras avanza la tarde, el frío y la certeza.

domingo, 18 de diciembre de 2011

haikus


Algo de viento,
media luz, media sombra
y ya anochece.

Y si no fuera,
la brisa más que una idea?
una sombra?

Esas son hojas?
O mariposas rotas
que cubren la calle?

Verde al fin,
carne y alfabeto,
graffitti en el bamboo.

haikus más


Cuando la lluvia cae,
sigilosa acaricia
la vereda.

Silencio en espiral,
la noche esta vez
es muro de dudas.

El aire quieto
la sombra de los pinos
es río de luz.

Todo se mezcla.
Autos y aves,
sonidos de la mañana..

viernes, 1 de abril de 2011

3 CASI HAIKUS 3


Huelo a alcanfor al final de la tarde,

expira este día.

Sin luna la noche es oscura,

quieta,

como agua estancada.

Ruedan los troncos en la hierba

la tala,

el fuego: cómplices.

viernes, 25 de marzo de 2011

Pequeños poemas marinos



1.
El azul y la colina quieta, lejana
la temible intermitencia del escollo convertido en saliva
y la niebla
que surge inmensa en la corriente marina.
Quién sabe de esta vida salitre, salobre?
Quién remedia los corazones de pesca,
los cuerpos suspendidos en redes de mar y tierra?
La inocencia de viento en la orilla, su sinuosa estela de tierra
y la costa lejana a los hombres que intrigan en la turbia ceniza,
la mal disimulada conciencia de la noche.
2.
La espuma salada apenas respira sobre la arena blanco-amarillenta.
Todo se convierte en un espectáculo oscuro y agonizante
en medio de la euforia de los turistas,
intencionalmente ajenos a cualquier tipo de angustia.
3.
Es imposible pensar que hay un orden lógico
en la forma en que los pescadores pintan sus barcazas.
Aún más allá del nombre que adorna la popa: “Mi sueño”,
“Esther” o “Pablito”, nada indica que exista un lenguaje secreto,
como los taxis que en cada país o ciudad brillan con distintos colores,
como los colectivos que así se identifican según sus rutas,
pero en estas barcas no,
no hay señales de un indicador
de algo que podría significar
esas líneas rojas sobre el fondo negro
o las estrellitas azules sobre ese rabioso naranja.
4.
Algunos peces siguen la sombra del sol sobre el agua,
no todos,
pero algunos cardúmenes sienten esa necesidad,
como si se tratara de una protección, de una guía.
5.
Se trata de la vida simple,
de la risa del recién llegado,
del que no entiende la inmediata y desigual
proporción de miedo,
al comienzo de la noche
en el inmutable desierto cálido y ventoso
como el mismo sonido de la marea,
así,
muerte de sol y silencio.

jueves, 22 de enero de 2009

Sigo pensando en los datos aislados,
en las indescriptibles mañanas ventosas de febrero.
Me pierdo en el recuento de lo no dicho,
lo no olvidado o lo no pedido.
Este invierno duelen los huesos,
a veces
y esa profundidad cási mística encierra una trampa en el tiempo,
cuando ronda una voz hecha de ruido y silencio,
de microscópicas esferas de sosiego.

miércoles, 7 de enero de 2009

Por qué ordenar cosas desordena la cabeza?
Por que desestabiliza tanto poner los objetos en su lugar, desechar lo que ya no sirve o lo que de una u otra forma ya no nos pertence?
De que sirve pensar: "empézaré el año ordenadamente", si esa necesidad finalmente logra un objetivo contrario?
Nada más, seguiré intentanto sobrevivir a esta incesante catarata de sensaciones.

viernes, 2 de enero de 2009

Tenía abandonado el blog, disculpen, aunque en realidad dudo que haya demasiados lectores asiduos que me lo reprochen.

Espartaco


Agrego este poema que me pasó Ale Muñiz, mejor conocido como Metalex, no tengo el título y desconozco de quien es la traducción, así que los reclamos deberán dirigirlos a él.


Wislawa Szymborska

Un gato en un piso vacío
Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido, pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.
Se oyen pasos en la escalera, pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato, tampoco es aquella que lo ponía.
Hay algo aquí que no empiezaa la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba, que de repente se fue insistentemente no está.
Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibicióny se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.
Ya verá cuando regrese, ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar de que eso no se le puede hacer a un gato.
Se irá hacia él como si no quisiera, despacito, con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

domingo, 21 de septiembre de 2008

que tienen en común los gatos y los haikus ( o la poesía clásica japonesa, en general) ??
muchas de las personas que conozco desfallecen ante la presencia de algún felino amigable y lo mismo les ocurre ante un poema de Matsuo Basho o Issa Kobayashi
algo debe haber y no logro explicarlo más allá de la belleza y la sutileza,
alguien me puede ayudar en esta disyuntiva?

martes, 9 de septiembre de 2008

Leí este tanka hace un tiempo, hay una clarísima alusión a un haiku de Busón que me gusta mucho y agregué en este blog al principio de los textos del costado derecho.

Lástima que desconozco al autor, acá se los dejo:

Cómo me gusta mirar la lluvia,
pero me gustaría
que no lloviera.

Dos otoños,
dos otoños.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Estuve limpiando la computadora, borrando archivos inútiles, programas que ya no uso y de pronto encontré este poema de Sil que me gustó, lo copio acá con su autorización (según me dijo cuando le pregunté habla del tsunami de hace unos años y las imágenes y videos que parecían en internet sobre él), se los dejo:


byóbu-biombo* (silvia morán)

I

Un río antiguo baja como acuarela profunda
entre la tinta solo puedo ver las guerras solitarias
divago en este viento congelado.
A lo lejos un biombo que detiene la devastada muerte clara.


II

Llevo la mirada desgastada hacia el pueblo más cercano,
corro para no parecer una canción demasiado larga.
Débil, la sangre de los ojos se derrama como hilos mutantes: reflejos en el asfalto.
Siempre hay un narrador anunciando la muerte.


III

Un paraje desolador apenas vence la angustia venida desde lejos,
desde que las sonrisas ya estaban dibujadas con pintura de acuarela.
El viento canta los himnos silenciosos y alguien sentado sobre la vereda llora.
En el impensado sosiego del mar,
la luna también tiembla sobre los cadáveres.


* de byó, protección y bu, viento.

domingo, 31 de agosto de 2008


santos de agua clara
incontenibles mensajes de botellas abandonadas

en un tiempo rojo y cálido como una nube de polvo marciano


ojos en la bruma del día, acompañando la atmósfera silenciosa y marchita,

lista para la hora de la siesta,

para el relámpago que no ocurre

para el contorno


miércoles, 13 de agosto de 2008

Cientos de días muertos en el horizonte liso de un tumulto.
el río se ha vuelto gris
y palabra y voz,
arrullo y canto,
tal vez un fado.


Habitualmente no me gusta verme en las fotos, pero esta me gustó, habla de un momento bastante particular y mis intentos por sobrellevarlo. (Gracias Mara, otra vez)

lunes, 11 de agosto de 2008

Nada cambia bajo la luz rojiza del día que muere,
los humos y los humores siempre estudian su discurso,
su clara intervención en el destino,
en la sombra turbia de la estela del aliento,
del viento
y las ráfagas de sal negra.

Más gatos, siempre gatos

Esta foto la sacó mi amiga Mara Pastor a unos asustadísimos gatos lisbonenses (Gracias Strika!!)

domingo, 6 de julio de 2008

de gatos

Desconfía de quien no ama a los gatos.
Charles Baudelaire


No se que sea exactamente ser un gato, no es lo mejor ni lo peor que he vivido,
pero tengo la piel ardiendo bajo los ojos de llorar y llorar y miro el tiempo que pasa lento, lento,
la casa es grande, muy grande de a ratos y todo lo que ocurre a diario
no alcanza a ocultar nada de lo que me ahoga.

Veo extinguirse muy de a poco un ardor insoportable que quema todo lo que encuentra a su paso y yo me quedo acá en mi almohadón, como para ver derruirse las caras, las muecas, el cabello.

La cara entera se contrae, se esconde, se muda de casa y aún así todo da vuelas y vueltas, no pasa nada, pasa todo y me siento a punto de quedar embalsamada.

Me clavo las garras en mis propias rodillas, siento el dolor, veo la sangre que brota y tampoco me calma ese rojo perfecto, lánguido y frío que se escurre hasta el suelo.
Quiero afilar las uñas en el sillón, sentir crecer su filo, dañino y flexible, pero estoy tan mal, tan expuesta a la felicidad y a su amenaza.

Y camino, así me olvido del hambre, hambre de atún, hambre de amor, hambre de agua fresca y sillón confortable.

domingo, 8 de junio de 2008


No hay que llorar, insectos
los amores se acaban
hasta en el cielo


Issa Kobayashi



lunes, 14 de abril de 2008

esta es una foto de un gato marroquí, es de León Ávila, un artista plástico yucateco al que desconozco
(a falta de algo para decir subo fotos, jeje)

domingo, 10 de febrero de 2008

Nada ahora,
un día tal vez,
al ver caer todos los minutos de la última tarde,
se me ablanden los pies y salga corriendo hacia la carretera.
Aunque los ojos se me aparten del camino y tenga la lengua seca,
carcomida por el tiempo
oscura y cruda.
No es suficiente con tocar la puerta y entrar,
con dejar la llave puesta
y esperar a que alguien la encuentre
y luego otra vez lo mismo
y así sucesivamente.
Pero la espera es otra cosa,
un segundo silencio del suelo,
un abrupto rincón en medio de una nada sin forma,
como un rectángulo inaudito, en cero.

domingo, 16 de diciembre de 2007


en el Cerro del faisán, Cosoltepec (según el ojo de Mara Pastor)