miércoles, 7 de enero de 2009

Por qué ordenar cosas desordena la cabeza?
Por que desestabiliza tanto poner los objetos en su lugar, desechar lo que ya no sirve o lo que de una u otra forma ya no nos pertence?
De que sirve pensar: "empézaré el año ordenadamente", si esa necesidad finalmente logra un objetivo contrario?
Nada más, seguiré intentanto sobrevivir a esta incesante catarata de sensaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No, claro, no voy a ser yo quien acierte la respuesta. Sólo una observación, y encima, personal: a mí no me desordena, a mí me envilece, soy una exterminadora de placards, cajones, bolsos y baúles. Entonces, ¿todo esto estuvo ahí sólo para ser destruído?